Es cierto que en
los últimos años se han repetido los insultos racistas en muchos campos de
fútbol. Algunos han sido duramente castigados, como sucedió en el affaire Luis
Suarez-Patrice Evra, en otros han salido indemnes los racistas, como en el caso
de tu compañero Busquets.
Ahora bien. No
deja de ser curioso que trasciendan especialmente el caso de los insultos que
se refieren a jugadores que sí se podían considerar que tienen caras simiescas.
No recuerdo muchos insultos a Henry en ese sentido pero si a Eto´o. Lo
políticamente correcto nos ha llevado a llamar afroamericano a gente que nacía
en Asia, pero digo yo que entre negros y entre blancos también habrá insultos
que presuman cierta teriantropía, ¿Es racista llamarle a alguien "cara de
rata"? ¿Es racista llamarle a alguien "cara de caballo"? Y es
evidente que existen negros con cara de caballo:
cómo Iniesta finge una falta que el árbitro pitará solícito.
Bueno, en verdad esto sería "no veremos".
OIREMOS
hablar de dureza en el juego como si un deporte de élite
tuviese que ser blando.
PENSAREMOS
que si el Real Madrid gana será más difícil en el partido de vuelta, cuando lo cierto es que en
las últimas ocasiones las anchuras del Camp Nou han sido un aliado para el
juego a los espacios de los merengues.
VEREMOS Y OIREMOS
a Xavi hacer lo de siempre: Tocar y hablar, tocar y hablar,
tocar y...
OIREMOS Y PENSAREMOS
a los comentaristas decir que el Barça se ha hecho con el
dominio del partido aunque lleve 5 minutos sin tirar a puerta.
PENSAREMOS Y VEREMOS
que Khedira no es jugador para el Real Madrid porque no la
saque jugada, como si eso hubiese sido nunca una virtud suya.
VEREMOS, OIREMOS Y PENSAREMOS
muchas tonterías. Pase lo que pase. Las veremos, las oiremos
y las pensaremos.
POSTED BY RHINUS MICHELS En respuesta a PUYI PUYAZOS Estimado Geryón:
Guardiola dijo una vez, no hace mucho, que Puyol entrenaba
como si tuviera dieciocho años. Ya se hablaba en los medios de la natural
decadencia de el que ha sido el mejor defensor central que los aficionados
habéis visto, y aunque Pep era consciente de ello, y de que su
rendimiento ya no sería el de cincuenta partidos por temporada todavía los
"restos" del gran Puyi eran más valiosos que cualquier alternativa
más juvenil. Restos y arrestos...
Es famoso el grito que le profirió el Genio de Santpedor
cuando en un Barça-Madrid Carles se resintió de sus molestias: "Aguantas
por mis huevos". ¿Que jovencito aceptaría poner en riesgo su salud por un
club al que tanto y tanto le ha dado. Carles lo hizo, continuó el partido hasta
el final.
Reconozco que su compromiso político con la
autodeterminación es fuente de simpatía para muchos aficionados catalanistas,
pero estas anécdotas se bastarían por sí mismas para explicar por qué Puyol es
un símbolo para el barcelonismo y por qué su renovación era necesaria y
justificada.
Esa misma doble vara de medir se ha visto, se ve y se verá
cada vez que se plantee toda comparación entre jugadores merengues y culés. Una
de las constantes del barcelonismo es
la inflación futbolística por la cual sus jugadores son siempre mejores y todo
aquel jugador que ni juegue en el Barça, ni lo haya hecho en el pasado ni se le
relacione mediante rumores fundados, es un paquete.
Si paras a un culé por la calle y le preguntas a bote pronto
quien era mejor, Guti o Cocu, te dirá que Cocu, si le preguntas por Adebayor y
Larsson, será el sueco el que gane y si la dicotomía se plantea entre Buyo y
Zubizarreta se decantarán por este último. Para ellos Don Pedro ya superó a
Butragueño y Valdés siempre fue tan bueno como Casillas. Eso sí, si el jugador
acabó mal o no tuvo oportunidades (últimamente la principal causa de fracaso en
Can Barça), entonces se produce el fenómeno contrario de deflación y así
Ibrahimovic sólo era un delantero pasable, Hleb un jugador sin talento alguno y
nunca entenderán que a la gallina Maxi Lopez lo fichase el Milan después de
haber hecho una buena temporada en el Catania. Son rencorosos.
Saben correr tupidos velos por sus inflados fichajes. Poca
gente sabe que en el último lustro solo Real Madrid y City le superan en
fichajes y no por mucho. Estos años han sido los de la emergencia de Pedrito,
Tello o Thiago, pero también los de las arribadas de Chigrinsky, Alexis, Cesc,
Ibrahimovic, Villa, Mascherano... Menos mal que tienen a la mejor cantera del
mundo.
Anonadado me veo al volver a comprobar lo justa y
caballerosa que es la prensa cule con los diversos jugadores que han poblado
nuestro equipo. Cristiano es el mejor
ejemplo de la parcialidad de esta autorpoclamada prensa deportiva; el gran
jugador que deseaban y amaban se convirtió en un ejemplo de todo lo que no
querían tener y todo ante lo que ellos se rebelan en el momento en el que piso
las oficinas de Chamartin para firmar por nuestro querido equipo.
Sin embargo no solo Cristiano a gozado del exquisito trato
del equipo cule; Benzema el primero fue
el ojito derecho del Barcelona cuando Villa sondeaba su fichaje por los
blancos; sin embargo en el momento que Benzema dio la sorpresa y llego al
Bernabeu ante las dudas del Guaje, las portadas variaron de mensaje:
Y esto se repite muuuuuchas veces…
Porque cada vez que el Barcelona intenta algo que luego
realiza el Madrid, el primer intento es ignorado, excusado o puesto en un cajón
en lo mas profundo del olvido….
Esto me hace volver a allí por 2003-2004, donde un roto
Barcelona que rondaba los puestos de descenso y había visto como el Madrid les
derrotaba en el Camp Nou por primera vez en mas de 20 años se encomendaba en un
tal Edgar Davids ese mercado de invierno para salir de su crisis. El bueno de
Edgar era precisamente lo contrario a lo que últimamente puebla el mediocampo
azulgrana, un perro de presa dedicado a destruir el juego rival y con un
carácter ganador que rehízo a los azulgrana en una grandísima segunda vuelta
con la que recortaron hasta poder obtener un meritorio subcampeonato con una
plantilla descompensada y desmotivada.
Apenas un año después el Madrid repitió idéntica formula con
idénticos resultados; un equipo desmotivado, frio e inoperante se alzo en una
enorme segunda vuelta con el fichaje de un danes mas conocido por su fuerza que
por su toque: Thomas Gravesen. Asi, un equipo cuyo mediocampo poblaban artistas
del balón como Guti, Zidane o Beckham, fue relanzado por un hombre cuyo mayor merito
fue tener mas garra que los que le rodeaban.
El año acabo igual, subcampeonato, pero para lo que unos fue
un éxito, como el fichaje de Edgar en el frio invierno de 2004, el año
siguiente el idéntico movimiento resulto para otros un fracaso absoluto. Siguio
la cantinela de que el Madrid con Gravesen aun no ganaría ningun titulo el año
siguiente, mientras que el Barcelona alzaría dos ligas y una champions
después…pero nadie se acuerda de que la diferencia radicalizo en que
acompañando a Edgar, luego llego una gran planificación deportiva que reforzó
el equipo, mientras que nosotros, los blancos, nos tuvimos que conformar con
ver como nuestro presidente volvia a tirar otro verano en pos de una estrella.
Si, hasta el mismo Gravesen, titan en mis narraciones sufrio
el ataque propagandístico de los azulgrana; y esque da igual que seas un
futbolista histórico como Cristiano Ronaldo que un simple cumplidor con garra y
tenacidad como Thomas, porque si fichas por los blancos seras automáticamente
un nuevo anticristo en este futbolístico mundo.
Antes de leer este pequeño
alegato a favor de Cristiano, mira mis almendrados ojos. Contempla como son
capaces de ver más allá del mundo
conocido y más acá del laboratorio que los creo. Mira los pulcros tornillos que
sobresalen de mi cuello como si fuesen pararrayos del amor. Mira mis
estilizadas cicatrices, mi boquita de piñón y mis proporcionadas orejas.
Admira (si no te desmayas
antes al contemplar tanta belleza acumulada) mi agraciado y admirado rostro.
Confiésalo. Ya has caído. Eres mi Stendhal y yo soy tu Florencia.
Y todo gracias al dopaje. Yo
antes era un amasijo de trozos: un par de piernas por aquí, dos largos brazos
por allá, dos enormes pies, cuatro o cinco tornillos, dos tirafondos, un
cerebro carcomido y media docena de
órganos pesados al por mayor.
A mí, como no podía ser de
otra forma, me encanta el dopaje. No en vano soy el mejor y más perfecto
producto del dopaje de la historia.
Y te puedo asegurar que Messi
no se ha dopado. No con esa cara y ese cuerpo. No con ese gusto por la ropa. No
con ese cerebro dotado para el japonés. Imposible.
Mírame a mí. Soy bello. Soy
más bello que tú y más bello que nadie.
Si algo se me puede achacar
es que para escribir no me doparon lo suficiente.
En mi primera y única
entrada, un amable lector me dijo que mi rimbombante prosa es como el juego del
Barcelona. Va de aquí para allá, da rodeos, y aburre hasta las ovejas. En el
fondo, como yo en la forma, tiene toda la razón. El dopaje no me da para más. Soy
un tanto cansino y he decidido cambiar de estilo y optar por el
contraataque. Se acabaron los rondos
innecesarios, se acabó el pasar la pelota del sustantivo al adjetivo doblando
al verbo.
Como ya has podido
comprobar en el título voy directo al
grano y directo al gol. Nada de títulos rebuscados como los menús del Arzak.
Esto es un menú del día y tenemos sopa de fideos, filete empanado y flan.
A lo que íbamos, al turrón,
Cristiano es mejor que Messi por los siguientes motivos.
Porque lo dice mi mujer.
Contradecirla es atentar contra la paz mundial.
Porque en el Sport estaban de
acuerdo.
Porque en el Sport dejaron de
estar de acuerdo.
Porque si Cristiano jugase en
el Barcelona y Messi en el Madrid,
Cristiano tendría 5 balones de Oro, cuatro de platino con incrustaciones
de diamantes y un puesto vitalicio en la FIFA.
Porque para ser mejor jugando
al fútbol da igual que uno sea un hijo de puta portugués y el otro la
reencarnación de Teresa de Calcuta.
Porque si al mejor Barcelona
de la historia les gana Copa, Supercopa y liga, si llega a jugar con el Madrid
de Di Stefano no les deja ni el Gamper…
Porque uno es alto, guapo y
rico por las virtudes del clima atlántico de Madeira y por comer guisos de bacalao, feijoadas y pasteles de
Belém.
Porque si a Messi le parten
una ceja y sigue jugando, le canonizan en vida y al agresor le expulsan del
país.
Y sobre todo y por encima de
todo, porque Cristiano hace algo que Messi no podrá hacer nunca. Jugar en el
mejor equipo de la historia…
- En el Barsa, lo empezó Cruyff, lo mejoró Van Gaal, lo perfeccionó Rijkaard... y lo saprofitó, primero, Guardiola, en un obsceno gesto de robo de propiedad intelectual; después, en lo que va de temporada, su Segundo, Tito, y, hasta que acabe, su Tercero (o el Segundo del Segundo) Roura - Fuera del Barsa, yo vi al Brasil de Sócrates jugarlo (y mucho más estético), pero también lo hacía la Naranja Mecánica, y, haciendo de la necesidad virtud, El Binguero (antes que Guardiola) en La Roja. (Pero no mezclemos conceptos, las selecciones y sus competiciones, es un animal diferente.) Pues bien, en estos 25 años, aproximadamente, el único elemento común de las poquísimas escuadras blaugranas que han conseguido realmente dominar con títulos es, ni más ni menos, el Factor Messi. Porque, por ejemplo, Xavi e Iniesta, o Pujol y Valdés, supuestas piedras angulares de los titulos últimos, ya habían fracasado en el Barsa antes de cristo, e.d., pre-Messi (nuestro buen Guti se los llegó a comer en alguna ocasión a ambos dos).
Lo demás, ruido.
Y, hablando de ruido y Messi, el jugador franquicia de este Barsa Triumphant, hay, al respecto, un "elefante en la habitación", del que todo el mundo es consciente de su existencia, pero que nadie señala con el dedo, verbaliza, propone, investiga, y objetiva. El sonido del silencio, en este punto, es atronador.
Molécula de Somatropina
Si yo fuese Messi, o un directivo del Barsa, o un simple aficionado culé, sería el primer interesado en iluminar y quitar para siempre el manto de oscuridad que envuelve al beneficio profesional, en forma de una mayor estatura hasta los 169-170 cms actuales, que el pequeño Lio obtuvo con la administración de la hormona de crecimiento en su tierna infancia. No hablo de Lance Amstrong, hablo más bien de Oscar Pistorius. O de ninguno de los dos; o, quizás, de ambos. Realmente, no se sabe, pero, especialmente, no parece que haya suficiente interés en saber. ¿Pug qué?"
Gran asombro me produce cuando leo por acá y leo por allá que
ante la inmensa mayoría de los que piensan que Messi es el mejor jugador de la
historia, que el Barcelona es el mejor equipo de la historia y que la Roja
juega como nunca, sigue habiendo pequeños reductos de aparentes librepensadores
invadidos por la nostalgia y de los cuales tú pareces un caso palmario.
Esta resistencia lo vestís de convencimiento, nos intentais persuadir de que realmente disfrutais oliendo el amoniaco, pero en el fondo sois aficionados al fútbol que por filias y fobias no lograis aceptar del todo que la
historia del fútbol ha dado un giro en los últimos años.
Reverberan sentimientos pasados, porque el placer por la
nostalgia es algo muy natural, y quien se ha criado disfrutando de cosas
sencillas tarda más en deleitarse con las cosas complejas, pero hay poca gente
que dude que esta actual selección española es la más potente de su historia y
la que mejor fútbol practica.
Yo sólo quiero
dejarlo claro: Podéis seguir yendo a caballo, que nosotros montaremos en
automóvil; podéis utilizar una olivetti en vez de un Mac; podéis beber
zarzaparrilla mientras nosotros bebemos Coca-cola. Amigos, la vida ha cambiado,
y del mismo modo que ya no consentimos que discriminen a alguien por ser de
otra raza o que se persiga a los homosexuales por el mero hecho de serlo,
tenemos que aceptar que el fútbol del futuro nunca se parecerá al del pasado.
El Barça actual representa todo eso y es, al fútbol anterior, lo que el trabajo
en cadena era a la artesanía tradicional...
Otro costal es determinar si la selección debe o no jugar a
otra cosa, aún a riesgo de perder. Porque no hay duda de que la razón por la
que este estilo se ha impuesto es por sus resultados, no por capricho ni moda.
¿Podría una España que jugase al contragolpe ser tan buena como lo actual?
Dudoso. ¿Podría Javi Martínez hacer que nos olvidásemos de Xavi Hernández? No.
No estoy en contra de que haya personas que prefieran perder
antes que ganar de una manera que no le gusta; a mí me sucedería lo mismo si
fuera al revés. Pero no creo que ese sea un debate abierto.
Me encanta el estilo del Madrid y me aburre el estilo del
Barcelona y de la selección Española. Te lo digo así, de sopetón, en las
primeras líneas, y sin recurrir a ninguna anestesia gramatical, para que no te
quede ninguna duda sobre mis raras preferencias. A partir de aquí si te
interesan mis banales y subjetivas apreciaciones puedes seguir leyendo y si
piensas que estoy loco, soy un forofo y no tengo ni puñetera idea de fútbol
puedes dejar de leer con la conciencia muy tranquila ya que posiblemente tengas
razón.
Bien, hasta aquí hemos llegado. Has superado con éxito la
primera prueba. No has salido corriendo de esta página y apenas has parpadeado
ante tan irreverente afirmación. Ahora me queda la duda de saber si es por
morbo, por curiosidad malsana, por lástima o por que inexplicablemente
coincides con mis gustos. Te voy a dar otra oportunidad para huir. Voy a cerrar
los ojos, voy a contar hasta diez y voy a hacer un punto y aparte. Si cuando
acabe de contar todavía estas aquí empezaremos con el turrón. Atención que
empezamos: Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve y…diez.
Felicidades, veo que el tema realmente te interesa, así que
como detesto molestar, he de confesarte que los motivos que tengo para hacer
esta afirmación sobre mis gustos futbolísticos, no acabo de tenerlos muy
claros. Y esto es debido principalmente a que en toda mi vida solo he tenido
dos o tres cosas lo suficientemente claras como para que no me generasen dudas,
a saber: Me gusta el jamón, me encanta tomar el sol y soy esencialmente un vago
de siete suelas. El resto, incluida la afirmación inicial sobre mis
preferencias con el balón, son terrenos pantanosos llenos de interrogantes
difíciles, por no decir imposibles, de solucionar.
Y ahora sí, ahora, una vez que has sido capaz de aguantar
estoicamente hasta estos lares de la página te debo una explicación. Como diría
el gran Pepe Isbert en Bienvenido Mister Marschall: “Os debo una explicación y
una explicación os voy a dar”
Y la primera explicación tiene que ver con el Barcelona y la
Selección. Fíjate que los coloco juntos. Fíjate que no los discrimino. Y no los
discrimino porque me aburren los dos. No, no soy de esos a los que el juego del
Barcelona le parece una mierda (perdón por la expresión) y el juego de la selección
una maravilla (perdón también por la expresión). Los dos me aburren
soberanamente. El estilo, ese estilo que tan buenos resultados les ha dado a
los dos a mí me cansa.
En la Eurocopa ví algunos partidos de España, que estoy
seguro de que si les hubiesen cambiado la camiseta por otra de cualquier otro
color, blaugrana por ejemplo, a más de uno de los que afirman ufanos que tienen
que recogerse la baba con un pañuelo cada vez que juega “la floja”, les
hubiesen pillado cambiando de canal para ver algún reportaje de animalitos en
la dos.
Teniendo en cuenta que este blog tiene menos visitas que
Cristiano seguidores culés, voy a hacer una pequeña trampa, voy a dejar de
escribir sobre este tema hasta que veas la mítica escena que da título a este
comentario.
Bienvenido, Mister Marshall es una de las obra maestras de
Berlanga. Una más, ya que Berlanga es uno de los pocos escogidos que pueden
presumir de tener varias. Y como todas las obras maestras se distingue por su
intemporalidad. Si la ves, o la vuelves a ver, te darás cuenta de que es hoy,
sesenta años más tarde, tan actual como en su estreno. Lo único que ha
cambiado, o no, que vaya usted a saber como acaba esto de la crisis, es que
entonces nos tenían que rescatar los americanos y ahora les toca a los alemanes.
Los subtitulos en inglés son por si algún yankee despistado nos visita. Si tú
no eres de Estados Unidos ni de Alemania, no te preocupes, solamente te has
perdido una de las mejores películas de la historia...
Bien. Antes de colocar el vídeo le he dicho a mi sobrino que
lo viese y cuando ha terminado, le he pedido su sabia y juvenil opinión.
Desgraciadamente para mí se había dormido. Dos minutos en blanco y negro sin la
play encendida funcionan en su mente como el mejor de los somníferos.
Como alcalde vuestro que soy os debo una explicación y una
explicación os voy a dar. A lo que íbamos. Al turrón. Al estilo. Lo que más me
llama la atención de esta merecida etapa de éxitos del Barcelona y de la
Selección es como ha ido calando, equivocadamente para mí, la opinión de que
cualquier equipo tiene que jugar de la misma forma. Durmiendo la pelota,
sobándola o “proponiendo fútbol” que parece ser es la última estupidez que está
colonizando nuestro lenguaje. Proponen fútbol y el resto propone barbacoas. Tocando
y tocando y tocando y tocando y tocando y tocando y tocando y tocando pero en
horizontal… Esa es la cuestión tocar la pelota y jugar al fútbol. A su fútbol.
Envolver al contrario en una telaraña y luego darle el picotazo mortal. Lo malo
es que hasta que llega el picotazo, yo he engordado medio kilo ya que en la
tediosa espera me he trincado media docena de cervezas y un par de bocadillos.
Se trata de ir durmiendo el partido y de paso a los que los están viendo.
Seguro que lo de “dormir” el partido ya lo habías escuchado antes. Y lo más
increíble es que esta definición la usan no los detractores de este estilo sino
los que gozan con él. Dormir. Y conmigo les funciona…
No tengo paciencia. Ninguna. Soy de los que abro lo regalos
de Navidad como si me pelease con ellos. Y con el fútbol me pasa algo parecido.
No soy capaz de esperar 1.475.717 pases para meter un gol. No puedo esperar
todo un partido para ver “la jugada”. Nosotros jugamos al FUTBOL con
mayúsculas. El resto de los mortales no juega al fútbol, juega al antifútbol
que todavía no tengo muy claro si consiste en jugar al baloncesto o a la
petanca. Lo único que se me ocurre para definir el antifútbol es jugar sin
delantero… La posesión es Díos y estos equipos son su profeta.
Tomemos el ejemplo de “la Roja”. Antes teníamos “la furia” y
ahora ya no. Ahora hemos cambiado la testosterona a la que se invocaba
continuamente por el tiki-taka. Ahora tenemos un “estilo” y yo, aunque me
aburre soberanamente, me alegro de ello. Ahora tenemos un nuevo cattenacco pero
con balón. Ahora, aunque en teoría somos la misma selección que dirigía
Aragones, he olvidado lo que es hacer un partidazo como el que jugamos contra
Rusia bajo sus órdenes. Aquello creo que también se puede llamar tikitaka pero
vertical. Aquello despertaba hasta a Blancanieves.
No puedo, de verdad que no puedo, pase pakí, pase pallá,
pase pallá, pase pakí. Una vez más tengo que recurrir a alguien que tiene las
cosas muchos más claras que yo.
Y además...
Y yo que siempre he sido tan de Italia que cuando juega la
Azzurra cocino Spaguettis y ceno Chianti, reconozco que España en la final jugó
como una máquina, posiblemente, al menos yo lo veo de esta manera, porque
fueron buscando la portería y no los laterales, porque jugaron mucho más
vertical que en el resto de la Eurocopa, porque me demostraron que pueden hacer
el tikitaka pero con el gol en la cabeza.
Como dicen los cubanos: Hacia atrás ni para tomar impulso.
Y ahora vamos con una explicación más. El tema más
recurrente (y ridículo) para justificar los 100 puntos, los 121 goles y el
estilo del Real Madrid.
La respuesta a estos incontestables números suele ser más o
menos la siguiente: “El Madrid no tiene fútbol, tiene pegada.”. “Asím” de
claro. “El Madrid no tiene fútbol, tiene pegada”. Repite conmigo: “El Madrid no
tiene fútbol, tiene pegada”.
Efectivamente. El Madrid tiene pegada. Mucha pegada. Tanta
como para pegarle a la pelota 121 veces y meterla en la portería contraria, que
hasta donde yo llego, es el objetivo de este juego. Cuando den puntos por la
posesión de la pelota igual cambian el estilo, mientras tanto la posesión que
más me gusta es la que tiene el portero contrario cuando saca la pelota del
fondo de la red…
El Madrid tiene pegada como para batir el record de puntos
de TODA la historia de la liga. El Madrid tiene pegada como para dejar al
Barcelona jugando al “fútbol”, a “su” fútbol, a 9 puntos. La verdad es que para
no jugar al fútbol no les ha ido tan mal. Igual esto es el tan cacareado
antifútbol… Y a mí me gusta.
Me gustan los partidos “correcalles”. Los que ponen
nerviosos a los entrenadores, los que están en el filo de la navaja, aquellos
en los que ves contraataques que parecen estampidas de bisontes. Me gusta ir
hacia delante como si te persiguiese un león. Me gusta el toque veloz, salvaje.
Me gusta plantarme delante del portero con 5 toques no con 50.
El Madrid según la prensa y los entendidos NUNCA ha jugado
bien. NUNCA. Ni con Mou ni con nadie. Ni hoy ni hace 50 años. Los que ahora se
pasan el día alabando a Del Bosque en su momento le llamaban “el alineador” y
los que hoy dicen que es un excelente entrenador entonces le criticaban día si
y día también. O sea lo mismo que hoy soporta Mou. Son entrenadores que
“alinean” gente y la pegada hace el resto. Esto de las críticas es ley de vida.
Es la ley del más fuerte.
Ahora lo que toca es que no tiene estilo. No sabe jugar al
fútbol. Sus jugadores están desperdiciados, están perdidos, no han visto la luz
que todo lo ilumina, no han visto el “toque”, no conocen este deporte. Y todos
quieren que jueguen al “fútbol” como si ahora jugasen al beisbol o al parchís.
Lo que no quieren ver, o no pueden ver, es que es “su” fútbol. Es el fútbol que
a ellos les gusta. A mí me parece perfecto que cada uno practique el estilo que
mejor le convenga y puedo decir que la selección me aburre, pero en este caso
concreto, nunca les pediría que cambiasen de estilo. NUNCA, ya que nos va muy
bien y somos Campeones de Europa y del Mundo aunque eso haya dividido, según la
prensa, a la plantilla del Madrid en Españoles (“campeones de la eurocopa y el
mundo”) y Portugueses. Es muy aleccionador ver como el apellido de cualquier
jugador se ha multiplicado. Ramos ya no es Ramos. Ramos es ahora Ramos, campeón
de Europa y del mundo. Como si ser campeón de Europa y del mundo te hiciera
menos obtuso o dotase a tus opiniones de mayor validez que las que puedan
expresar un Portugués o un Argentino. En fín, cosas veredes amigo Sancho. .
Cada uno juega como quiere, como le da la gana y como le
sale de las pelotas (balones). Y esto da para media docena de comentarios, pero
como este ya está alargándose demasiado, tendré que hacer una segunda parte en
la que esta vez sí, os daré una explicación, porque una explicación os debo y
una explicación os voy a dar, porque como alcalde vuestro que soy una
explicación os debo y una explicación...
Mi sobrino se acaba de despertar y me dice que como hoy se
me ocurra poner un poema me tira el portátil por la ventana. Me dice que me
olvide de la poesía y ponga más de estos que son los que traen la audiencia.
No, sin duda me falta bravura para defender eso. Porque la
bravura se retroalimenta cuando se va en pos de la verdad, pero se debilita
bastante cuando se trata de defender un artificio ¿de qué manera iba a poder
sostener yo que Villa, un jugador que a nivel de selección ha escrito más
paginas que el propio Lio, se iba a beneficiar de perder ese protagonismo
mundial que empezaba a lograr y merecer?
Mi cuñado, tan optimista como culé, se relamía diciendo que
Villa marcaría en el Barça lo menos 30 goles en la temporada siguiente. Mi
cuñado sabe bastante de fútbol y era consciente de que si el Guaje iba más o
menos a gol por partido con la Selección era de suponer que pudiese alcanzar
esa cifra con el Barça. Yo, que soy mucho menos optimista y que tengo la manía
de hacer cálculos, le contesté con un escueto: "No sé; yo digo que entre
Messi y Villa unos 50". Y al final me equivoqué por muy poco fueron 49.
En lo que nos equivocamos ambos, él desde luego más, fue en
la distribución, porque yo sí creía que Villa podía al menos acercarse a los
30. Pero se me olvidó un experimento que ví de pequeño no me acuerdo ahora en
que programa infantil, en el que conectaban dos globos a una misma válvula:
En efecto, esto fue lo que pasó. El globo grande se chupó al pequeño.
Yendo a los datos, Villa disparaba unos 4.5 balones
por partido en el Valencia su último año, 3.6 con España en la fase
clasificatoria para el Mundial, 4.4 en el propio Mundial, 4.0 en el
clasificatorio para la Euro... Su primera temporada bajó rendimiento goleador
tanto por el número de disparos como por el acierto a puerta, pero se mantuvo
relativamente bien como para que acabase con 18 goles. Pero la labor de
demolición táctica que Lio ha operado sobre Villa es tal que en la presente
temporada el Guaje dispara 1.3 veces por partido y, como hemos podido ver,
pidiendo permiso. En un mundo más libre los 32 goles que suman ambos en Liga
bien podrían ser la suma de 17 y 15 o de
18 y 14...
El pobre sabía que iba para no competir con Lio, ya se lo había
dicho su agente Pere Guardiola, al cual se lo había dicho su hermano Pep, el
cual había sido avisado por SMS enviado por Messi (o su padre) cuando aún
Zlatan era blaugrana. Pero lo que no sabía Villa era que el enorme afecto que
había recogido como héroe del Mundial, algo que Lio aún no conoce, se iba a
convertir en gélida escarcha esparcida por aficionados, técnicos y medios. Si
los jugadores cotizaran en bolsa, Villa habría caído en picado y Lio, el colmo
de la estafa piramidal, seguiría subiendo más y más.
Nos contó una vez Hélènia:
"Después de mucho tiempo, me he acordado de todos los
que escribís en este blog, justo en este momento, cuando se acaba de lesionar
Villa. Con una tele puesta en el trabajo, todos mis compañeros forofos (culés,
por supuesto) se han alegrado tantísimo del hecho: que si "un problema
menos", que "total para lo que hace", que si "así se
callarán los de la 'caverna'...
Me he atrevido a decir tímidamente que "un muerto más a
las espaldas de Dios", a sumar a mi Samu, a Ibra, a Bojan..., y he sido
muy mal mirada. Pero no rebatida. Conmigo ya nadie quiere hablar del Barça.
Caras que miran hacia otro lado, silbando...
Mundo perro!"
Vemos a las claras como es el entorno culé desde dentro.
Monolítico, tradicionalista, persecutor del verso libre y desagradecido con
todo aquel que no rindió lo suficiente.
Uno que vivió en sus propias carnes dichos deprecio fue Sant
Xavier Hernández, hoy día máximo ideólogo de la doctrina del
Omnicentrocuentismo; es cierto que por entonces no era ese peso pesado que
amedrentaba a los cortacéspedes ni le metía la mano por el culo al Marqués del
Nabo para que dijera lo que él quisiera.
En antológicas palabras de Marcos López:
"Su carrera no oculta la facilidad para perder la posición,
despistarse, su lentitud extrema para recuperar posiciones defensivas y su
ausencia de sacrificio colectivo que le lleva a no hacer ni una cobertura.
Cuando el equipo pierde el balón Xavi bajará trotando. Y
por eso es el 'rey de la resistencia' y de los metros recorridos,
Xavi es incapaz de robar un balón ya que su defensa es
flotante. Está cerca de la pelota pero siempre llega tarde y persigue sombras.
Para Xavi defender es estar, aunque siempre tres décimas
tarde, tres décimas pero las decisivas, no interpreta el juego táctico y lo que
es peor, no actúa, es una sombra que acompaña.
Cuando el balón le llegue ralentizará el juego, lo
convertirá en previsible, en tocar y tocar. Nunca la da al primer toque, no da
pases verticales y sus envíos de rosca son siempre hacia fuera, al pie. Sus
muchos aciertos en el pase parecerán una gran estadística, pero no habrán
servido de nada porque obligarán al delantero a regatear, el envío no superará
ninguna línea rival. El rondo de Xavi te asegurará posesión a costa de
convertirte en un perdedor previsible.
Es difícil ver a Xavi dar una asistencia.Tendrán que ser
muy claras y en la frontal porque no abundan sus pases definitivos. Y, con el
balón en los pies, carece de físico y recorrido para batir línea en conducción.
Se le pide al Barça que sea agresivo, voraz, hambriento
de títulos, pero la actitud de jugadores como Xavi impide alcanzar ese
objetivo.
No cumple ni como interior ni como mediocentro, sino sólo
en las ruedas de prensa con sus palabras bonitas, su cara de buen chico y su
presunto compromiso de segundo capitán.
La gran pregunta es: ¿en qué grande de Europa sería ahora
titular? Que lo sea siempre en el Barça habla de la ausencia de competitividad
y de análisis profesional del cuerpo técnico a la hora de valorar el
rendimiento real de sus jugadores."
El propio jugador reconocía que hubo contactos con el Milán
(seguramente pensaron que ya tenía 40 años) y fue la presión de su madre la que
le tuvo en pie e hizo que abandonara la idea de abandonar el fútbol. Me
cachis...
Pero todo cambió cuando Luis le enseñó a Pep como aprovechar
las 2-3 cualidades buenas del jugador y a partir de ahí, siempre de la mano de
Iniesta, Casillas, Ramos, Alonso, Villa, Torres, Silva, Senna, Messi,
Ibrahimovic, Alves o Eto´o fue sumando título tras título hasta acabar por
convertirse en la enseña de l´estil.
Eso sí, en el Barça cada vez hace menos, y la Selección, que
lo padece de contínuo, va de competición en competición jugando cada vez más
lenta, cada vez con menos goles, cada vez más al borde del abismo.
Previsiblemente ganemos el Mundial de Brasil sin ganar ni un partido.
Me gustaría dedicarle un parrafete al minuto bíblico 88 del partido de Argentina contra Serbia y Montenegro, de la Mundial de 2006, en la que nuestro simpar Lionel "Carudel" Messi, metió el 6-0 para los americanos en el segundo, y más fácil, partido de dicha competición. Ese fue su único gol en dos mundiales, obteniendo así un record Guinness adicional en su prolífica carrera de futbolista renacentista: el peor porcentaje de tiros de un goleador en las Mundiales de la Hystoria del Fútbol.
(BONUS para entregados a la causa de Sir Oméssimo: En dicho partido, Argentina jugó contra una selección sola, no contra dos equipos a la vez, lo que habría añadido dificultad al gol de Lío. -Me tendrán que creer en esto, pero a Serbia y Montenegro les ocurre como a los huevos fritos, que la unidad es un par-.) A todo esto, ¿no es cierto que cuantos más goles mete el Sr. Don Lionel, menos goles mete el resto de los delanteros del Barsa?. Más que nada, por si lo del mago Messi tiene algo que ver con esas teorías científicas de los vasos comunicantes, la transformación de la energía, la expansión de los gases que tienden a ocupar todo el espacio, y el efecto esponja de los agujeros negros. De hecho, sus compañeras de baile en la delantera, el mejor Etoo, el mejor Ibrahimovic, o el mejor Villa de sus carreras, fueron vampirizados por un draculín autista de 169 cm... ¿O no? ¿Acaso piensas y eres suficientemente bravo para defender que para Villa, nuestro Siete de España, no ha supuesto un daño irreparable en su carrear haber pisado el mismo vestuario que Lio?
Ya se sabía desde hacía tiempo. Se sabía desde enero del
2011, cuando a la hora de dirimir quién merecía el Balón de Oro, las cábalas se
dividían entre Sneijder, corazón del juego ofensivo del Inter tricampeón y
finalista con Holanda, Robben, bicampeón en Alemania, finalista en Champions
con goles decisivos y finalista en el Mundial e Iniesta, que había tenido una
temporada con altibajos pero un tramo final del Mundial excelente siendo además
autor del gol más glorioso de la historia del fútbol español.
Y el campeón fue Messi, que había hecho muchos y muy buenos
goles (aunque bastantes menos que Cristiano el año siguiente), pero que sólo
había ganado una liga en la que la mayor parte de las aperturas de marcador las
había realizado Zlatan Ibrahimovic... Se sabía, se sabía desde hacía tiempo,
que en el momento en que se fusionara con el FIF Pro el Balón de Oro no sería
ese premio a la excelencia anual concedido por sesudos especialistas en fútbol
internacional, sino algo parecido a la gala de los oscars, con la diferencia de
que siempre se presentan las mismas peliculas ¿Habría ganado Casablanca algún
oscar en los años 80? ¿Cuantos oscar a la mejor película habría podido
recopilar Lo que el Viento se Llevó o El Padrino? ¿Acaso cuatro? Nunca lo
sabremos.
Lo que si sabemos es que Messi ha pasado a la historia, por
ganar un título al mejor jugador tras ganar una mísera Copa del Rey. Y es que
el rey es él. "Es que ha metido 90 goles" se podrá decir. Semana a
semana, casi día a día, los diarios deportivos de Islas Vírgenes publicaban que
Messi estaba a uno o dos goles menos del record de Müller, no es de extrañar
que Reid Klopp acabara por votarlo.
Pero ¿cuantos de esos goles dieron títulos o facilitaron la llegada de
estos?
En Liga metió nada menos que 50, pero ninguno al Real
Madrid, el equipo al que debían batir. Con un sólo gol más, el Valencia ganó la
liga en 2001-02. Da la impresión de que en una liga donde los dos grandes han
estado varios años pasando de los 90 puntos, y donde el título de liga se ha
dirimido en los clásicos, resulta fácil inflar las cifras de goles con los
pequeños y medianos, equipos que nunca meterán una pierna para quitar ni poner
rey. El 90% de los rivales del Barça siempre piensan en el siguiente partido...
En Copa la cosa es distinta. Tampoco llegó a marcarle al
equipo blanco, también el máximo rival, pero no sólo no lo hizo, sino que
tampoco lo hizo en la ronda siguiente, ya en semifinales con el Valencia, un
equipo de más empaque, y en la final ante el Athletic ya sí marco uno de los
tres goles culés, pero ni siquiera el primero. Aquel Athletic no era ya el que
eliminó al United de la Europa League, sino el de este año, un equipo joven e
inconsistente al que se le ha acabado las ganas de dar sorpresas. El caso es
que en su único título conseguido este año pasado, Lio no hizo grandes cosas la
verdad.
Y llegamos a la Champions, edición que no pasará a la
historia porque la ganara un equipo londinense, o porque el anfitrión la
perdiera en su propio estadio, o porque el campeón de Alemania cayese en
primera ronda... No, pasará a la historia porque Messi hizo una gran cifra
goleadora y porque marcó 5 en un sólo partido. ¡Oh el gran Lio! ¡En un partido
de vuelta prácticamente resuelto nos regaló una gran burbuja de goles, un
zeppelin gigantesco de tantos inútiles! Nuevamente las portadas de los diarios
deportivos de Islas Vírgenes parando las rotativas por tal motivo, nuevamente
Reid Klopp atragantándose con el café de la mañana. Pero después llega la
semifinal, y no sólo no marca en tres horas y pico de partido, sino que un
innecesario y muy evitable fallo suyo en el primer partido supuso el gol sobre
el que el Chelsea cimentó una eliminatoria que de otro modo habría acabado en
la primera media hora del partido de vuelta.
Por tanto, al final, ¿qué es lo que tenemos? Lo que tenemos
es que un futbolista, cuya selección no ha disputado torneo alguno, y cuyo
equipo no ha ganado gracias a él ni un sólo título, y todo ello a pesar de
haber marcado un record de goles. ¿No será que no todos los goles valen lo
mismo? ¿Pudiera ser por tanto, que no todos los balones de oro valen lo mismo?
¿Pudiera ser que a fuerza de inflar e inflar estadísticas inútiles el propio
Balón de Oro se esté inflando, volviéndose liviano, y como una persona que hace
el mismo esfuerzo poniéndose azul? ¿No será más bien que Messi ha ganado el
Balón de Nivea? ¡Cuanto daría Reid Klopp por poder jugar, aunque sea con el
balón de Nivea, junto a Lio en una
playa de sus Islas Vírgenes natales!
"Eres injusto" se me dirá, "si un jugador
mete tantos goles de manera tan constante, no se le puede quitar mérito porque
en ciertos partidos claves no haya tenido la fortuna de aparecer". Es
cierto, digo yo. Quizás haya sido un poco injusto. O quizás no. Porque resulta
que en la Liga anterior, en los dos clásicos sólo marcó en uno de ellos... de
penalti. porque resulta que contra el United en 2008, contra el Chelsea en
2009, contra el Inter en 2010, contra el Real Madrid en 2011 y contra el
Chelsea en 2012, ha sumado 10 partidos de semifinales de Champions, siempre
como títular, y en 9 de ellos no marcó, marcando 2 en el restante. Incluso en
las dos finales que ganó y en las que marcó, nuevamente fueron Eto´o y Villa
los que rompieron el sentido de defender un 0-0, cosa que Lio tampoco hizo.
Y de Argentina ni hablemos. Ya dicen que le falta pocos
goles para alcanzar a Diego. Goles de todos los colores, en amistosos, en
clasificatorios, pero en torneos oficiales, pocos, poquitos. Lio ya ha
disputado dos mundiales, y ha participado en 8 partidos, 6 de ellos como
titular, y resulta que lleva... 1 gol. Y no es que no lo intentara o no se la
pasaran, no; en Sudáfrica disparó 29 veces a portería...
Y en la Copa América algo parecido, aunque obviamente no
tanto. Porque en la de 2009 marcó un par de goles en un partido, lo que
permitió llegar a una final que para una selección como Argentina es un
objetivo cuasi-obligatorio, pero ninguno de los 3 goles de aquella final fue de
la albiceleste, ni por tanto de Lio. En
la de 2011, ya estaba todo el equipo en torno a él, ya habían hecho la
limpia habituales de delanteros molestos, y pese a ello, en 4 partidos no marcó
tampoco un sólo gol. Miento; marcó en la tanda de penaltis donde su selección
se apeaba en cuartos. Todo el mundo le echó las culpas a una defensa que encajó
2 goles en 4 partidos; lo cierto es que marcar 5 en 4 partidos es peor dato: Le
echaron de menos.
Con la selección absoluta, en torneos oficiales, Messi ha
jugado 12 partidos como titular, 2 como suplente, y ha marcado sólo 3 goles.
Messi podrá acabar siendo el máximo goleador de la historia de la albiceleste
que si en los torneos sigue sin aparecer, todos esos goles no servirán de mucho
y difícilmente alcanzará la consideración suficiente para estar entre los 100
mejores de la historia a nivel de selección.
Pero en Argentina están contentos. Mientras en el Viejo
Continente los coches se atascan en la nieve y las ventiscas encierran a la
gente en sus casas, allí es el verano austral, hace calor, hace sol, y a la
gente le apetece irse a la playa, a jugar con sus balones de Nivea. Muchos se
tienen que conformar con eso...